Publicaciones

diciembre 12, 2017

Desperdicios para salvar el mundo

Listín Diario / Opiniones
Autora: Margarita Cedeño de Fernández

En todo el mundo están surgiendo iniciativas importantes para aprovechar los desperdicios alimenticios y que la humanidad pueda superar uno de los grandes retos que le ha perseguido durante su historia: la hambruna.

Si bien es cierto que hemos avanzado sustancialmente en las últimas décadas (el 2017 marcó el primer año en una década en que el hambre retrocedió), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), ha advertido sobre la necesidad de fortalecer las acciones en contra del hambre durante el VIII Foro del Frente de Parlamentarios contra el Hambre, especialmente en la región de América Latina.

En los Foros y Conferencias que se discute este tema, siempre sale a relucir la importancia y necesidad de aprovechar los desperdicios alimenticios para suplir el vacío en la oferta de alimentos, especialmente para los sectores más vulnerables. En otras ocasiones, hemos escrito sobre el particular. Reflexionamos sobre el hecho de que, conforme la FAO, cada semana se pierden 24 mil libras de frutas y vegetales en la fase de comercialización, y que sólo en el Mercado de Abasto de Santo Domingo (MERCADOM), se desperdician 1.2 millones de unidades de alimentos cada año.

¿Qué se puede hacer con tanto alimento desperdiciado? En muchos países se han hecho esta pregunta y están innovando para responder a la problemática. Por ejemplo, en el Reino Unido hay una Cervecera que ha ideado una forma de hacer la cerveza utilizando restos de pan.

Está claro que los chefs ocupan la primera línea de batalla en este propósito. Massimo Bottura, chef italiano radicado en Milán, reconocido como el número uno del mundo en el 2016, es parte principal de “Refettorio Ambrosiano”, un proyecto surgido en el marco de Expo Milán 2015, que busca que grandes chefs de todo el mundo cocinen para personas sin hogar, utilizando los productos que los supermercados desechan o que consideran que no están aptos para la venta. Como afirma Bottura con mucha pasión, “el rol de un chef va mucho más allá que la suma de sus recetas”.

Otro ejemplo interesante es “Felix Project” que trata de aprovechar los 10 millones de toneladas que se desperdician cada año en Reino Unido, con el propósito de alimentar a 870 mil niños que no tienen suficiente alimentación cada año.

Esta ola de producción de alimentos desde los desperdicios, requiere cambios importantes en el comportamiento de los consumidores. Primero desde el punto de vista del reciclaje de los desperdicios y, segundo, desde el punto de vista de la apertura a consumir productos que provienen de los desperdicios. Esto requiere que los comercios que se dediquen a este segmento de ventas, adopten normas de calidad que generen confianza en el consumidor.

Temas como este son de gran importancia para la República Dominicana, porque disponer de las herramientas que permitan gestionar correctamente la pérdida y el desperdicio de alimentos, especialmente con el apoyo de los líderes comunitarios, resultarán en un nuevo camino hacia la lucha contra el hambre y la desnutrición.

Además, la Agenda de Desarrollo Sostenible que ha adoptado la comunidad internacional resulta ser bastante específica en la necesidad de superar el hambre a nivel mundial, con sistemas alimentarios eficientes. Trabajaremos en esa dirección. Innovar es progresar.