diciembre 17, 2019
Protección social adaptativa
Listín Diario / Opiniones
Autora: Margarita Cedeño de Fernández
A pesar de que la COP 25 no fue del todo exitosa, el encuentro de los países para acordar la agenda de trabajo frente al cambio climático va generando la conciencia colectiva en torno a la importancia de atender la urgencia climática, un hito fundamental que debe enfrentar la generación actual si queremos que siga existiendo vida en el planeta tierra.
Ese sentimiento de urgencia ha permeado en un amplio conjunto de instituciones públicas y privadas de la República Dominicana que se dieron cita en la COP 25, tanto físicamente como mediante una conexión virtual, aportando decididamente a la agenda propuesta y, claro está, impulsando la participación del Presidente de la República en las sesiones de alto nivel que le dan aún mayor relevancia al evento.
Entre las buenas noticias que se presentaron durante la COP 25 vale la pena destacar el plan que ha diseñado el país para la protección social adaptativa, una amplia estrategia de respuesta eficiente ante los efectos de los desastres naturales que, como ya es ampliamente aceptado, han recrudecido su frecuencia como resultado de los efectos del cambio climático.
La protección social adaptativa es un gran reto para las instituciones públicas, porque obligan a la interacción entre las políticas de protección social, las de prevención y control de desastres y las de adaptación al cambio climático, de manera tal que se puedan generar instrumentos idóneos para prevenir la afectación de las poblaciones vulnerables ante eventos climáticos y, en caso en que no sea posible prevenirlo, por lo menos aliviar los efectos de una forma eficiente.
El Gabinete Social, el Ministerio de Medio Ambiente, el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, la Agencia Francesa para el Desarrollo, el Consejo Nacional para el Cambio Climático, la fundación Sur Futuro y otras instituciones, han colaborado en el desarrollo de una estrategia para enfrentar los efectos del cambio climático a nivel socioeconómico y ambiental, un reflejo concreto de la voluntad que tiene la República Dominicana de tomar acciones contundentes y replicables en otros países para mitigar los riesgos de los efectos de la acción humana en el medio ambiente.
Este trabajo es a favor de los más vulnerables, porque como dice el Banco Mundial: “Las personas pobres sufren desproporcionadamente a causa de los desastres naturales porque suelen estar más expuestas a tales amenazas, especialmente a las recurrentes. También pierden más cuando sufren una catástrofe porque dependen de activos y medios de vida que son más vulnerables.” Es evidente que los más vulnerables tienen mayores probabilidades de sufrir las consecuencias del cambio climático y son menos capaces de hacer frente a un desastre y generar la resiliencia necesaria para recuperarse. Necesitan el apoyo de amigos y familiares, del gobierno y del sistema financiero en general.
El Estado debe generar políticas que den respuesta al antes, durante y después de una emergencia, especialmente al después, que es donde una parte importante de los hogares ven sus condiciones de vida y de desarrollo deterioradas.
La protección social adaptativa no es más que la resiliencia puesta en acción desde las políticas públicas, con acciones que garanticen la articulación y actuación oportuna, integrada, sostenible y eficiente de las principales instituciones públicas y privadas, por medio al ofrecimiento de una canasta de servicios sociales de fácil acceso para atender las necesidades de la población afectada.