noviembre 9, 2015
Combatiendo la pobreza en la Región más desigual
Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe, realizada en Lima, Perú
Discurso pronunciado por la Excelentísima Señora Vicepresidenta de la República, doctora Margarita Cedeño de Fernández, en la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe, realizada en Lima, Perú.
- Es en este contexto donde las políticas de protección social universales y focalizadas, como las Transferencias Monetarias condicionadas, adquieren una dimensión mayor.
- En el caso de la República Dominicana, el sistema de protección social de primer pilar se sustenta en el programa Progresando Con Solidaridad, que hoy cubre más de 800,000 familias y que integra las transferencias monetarias y un conjunto de estrategias muy innovadoras.
- Estas reformas deben propiciarse desde un enfoque social, donde el Estado asegure que el mercado laboral sirva al propósito de la “distribución de los frutos del crecimiento económico y la reducción de la pobreza”.
Amigos y amigas:
En la década de los noventas, las economías latinoamericanas se abrazaron al dictamen del Consenso de Washington que postulaba “que solo el dinero engendra dinero”, y que los países deben dedicarse a generar únicamente crecimiento económico, porque con este bastaría para generar bienestar a toda la población.
Pero tal y como fue reconocido hoy aquí, esto no sucedió así.
Lo que generamos fue un alto nivel de desigualdad social y una brecha cada vez más profunda entre ricos y pobres, con todas las consecuencias que ello acarrea y que hoy estamos padeciendo.
Su Santidad, el Papa Francisco, lo describe de la siguiente manera, cito: “la crisis económico-social y el consiguiente aumento de la pobreza tiene sus causas en políticas inspiradas en formas de neoliberalismo que consideran las ganancias y las leyes de mercado como parámetros absolutos en detrimento de la dignidad de las personas y de los pueblos. En este contexto (…) la pérdida del sentido de la justicia y la falta de respeto hacia los demás se han agudizado y nos han llevado a una situación de inequidad.” Termina la cita.
Este fenómeno descrito elocuentemente por el Papa, y que hoy la CEPAL nos coloca sobre la mesa en el Documento Desarrollo Social Inclusivo, retrata los fundamentos de la desigualdad social, la que no se circunscribe a ninguna región en particular, pero que tiene a Latinoamérica a la cabeza; y que no sabe diferenciar idioma, ni religión, ni cultura, ni raza, ni género.
Lamentablemente, América Latina es la región más desigual del planeta, y aún persisten niveles altos de desigualdad, fruto de privaciones tanto en acceso como oportunidades y protección, a lo largo del ciclo de la vida, y una matriz laboral que favorece la informalidad, manteniendo a 167 millones de personas en pobreza.
Es en este contexto donde las políticas de protección social universales y focalizadas, como las Transferencias Monetarias condicionadas, adquieren una dimensión mayor.
Está claro que ésta situación de desigualdad ha sido aliviada por programas de transferencias monetarias condicionadas que promueven la cohesión social y propician el desarrollo intrageneracional e intergeneracional y la ruptura de las causas estructurales de la pobreza.
Sin embargo, hoy en día aún nos enfrentamos al reto de identificar maneras en que podemos movilizar a la población en pobreza hacia una clase bien formada y capacitada, con perspectivas positivas de movilidad social sostenible, que impulse el desarrollo económico de nuestros países.
Las políticas sociales deben seguir siendo una expresión inequívoca de justicia, equidad y solidaridad social, desde un enfoque de derechos y multidimensionalidad, y más aún, su implementación es de carácter obligatorio para la consecución del Estado Social y Democrático de Derecho, proclamado en casi todas las Constituciones de nuestros países.
He ahí el reto del desarrollo social inclusivo del que habla el documento que nos convoca en este día.
¿Cómo podemos propiciar políticas sociales innovadoras que aborden todas las dimensiones de la desigualdad?
Tenemos que construir sobre el éxito que han tenido estos programas en nuestros países en la construcción de capital humano y capital social, y consolidar sus estrategias, para que se renueven desde un enfoque hacia la capacitación y la generación de ingresos, desde la inserción laboral y el emprendimiento.
En el caso de la República Dominicana, el sistema de protección social de primer pilar se sustenta en el programa Progresando Con Solidaridad, que hoy cubre más de 800,000 familias y que integra las transferencias monetarias y un conjunto de estrategias muy innovadoras.
Progresando Con Solidaridad se ha convertido en el puente entre las personas y las políticas sociales, para que estas puedan ser la respuesta del Estado ante la necesidad de garantizar mínimos de calidad de vida y oportunidades de desarrollo, desde un enfoque de derechos, compatible a la dignidad inherente a todo ser humano.
Y en ese sentido, hemos distribuido entre Ustedes un interesante documento que recoge el conjunto de iniciativas innovadoras y buenas prácticas que hemos implementado en nuestro país. Y que con mucho gusto hemos querido compartir con Ustedes.
Distinguidos colegas:
Debo llamar la atención sobre algunos aspectos del documento Desarrollo Social Inclusivo, que entiendo deben ser objeto de discusión en estos días que estaremos trabajando en torno al mismo.
Como bien indica el documento de marras, el trabajo es la llave maestra para la igualdad, por lo cual vemos con beneplácito el amplio enfoque hacia el trabajo decente que ha tomado la discusión sobre las políticas sociales. Y para ello, es preciso reflexionar sobre la participación del sector empleador y de los sindicatos y organizaciones laborales, en la puesta en marcha de las reformas laborales que requieren muchos de nuestros países.
Las políticas laborares son un instrumento fundamental de Protección Social para nuestras poblaciones.
Estas reformas deben propiciarse desde un enfoque social, donde el Estado asegure que el mercado laboral sirva al propósito de la “distribución de los frutos del crecimiento económico y la reducción de la pobreza”.
En ese sentido, la República Dominicana es uno de los países latinoamericanos que más creció en los últimos 20 años.
En Republica Dominicana la pobreza ha tendido a reducirse de forma importante a partir de 2010, con mayor aceleración en los últimos 2 años, pasando de 12.1% en 2010 en pobreza extrema a 5.2% en el 2015.
Como sabemos los determinantes directos en esta caída de la pobreza fueron el aumento del ingreso real de los hogares junto a la mejora de la equidad en su distribución. Y aquí debo mencionar el relevante aporte de Progresando Con Solidaridad y su componente de transferencias condicionadas evidenciado por los resultados de la medición del coeficiente de GINI por fuentes de ingreso.
Por otro lado, debo llamar la atención sobre la importancia de profundizar en las vulnerabilidades que inciden sobre la pobreza, especialmente las que están vinculadas al cambio climático.
En la República Dominicana, con apoyo del PNUD, hemos elaborado el primer Índice de Vulnerabilidad de hogares ante Choques Climáticos, que sirve de herramienta de prevención y protección a la población de países como los nuestros, que están expuestos a catástrofes naturales.
Estamos en la mejor disposición de compartir con Ustedes nuestra experiencia.
De igual manera, hago propicia la ocasión para apoyar la necesidad de un abordaje más integral y multidimensional de la pobreza, donde se evalúen la multiplicidad de fenómenos que inciden en la condición de pobreza de un individuo o de una familia, lo que da cabida al requerimiento impostergable de que todos nuestros países asumamos la institucionalidad del combate a la pobreza desde la coordinación intersectorial y un entramado institucional que propicie la innovación y la multidimensionalidad.
En ese sentido, estamos muy avanzados en la implementación del Índice de Pobreza Multidimensional de la Universidad de Oxford, que complementará el Índice de Calidad de Vida que actualmente utilizamos.
Colocar la multidimensionalidad de las causas de la pobreza nos releva en la agenda la necesaria discusión de la institucionalidad de las políticas sociales, en materia de diseño e implementación, mecanismos efectivos de articulación y más aún, la calidad e intensidad de dicha institucionalidad como uno de los principales desafíos que enfrenta América Latina para el combate de la pobreza y la desigualdad, tal y como lo refleja el documento presentado.
Quisiera resaltar el esfuerzo que estamos realizando en el país para valorar la importancia del enfoque de género en las políticas públicas.
Estamos analizando 27 iniciativas de ambos pilares de la protección social, identificando brechas horizontales en referencia a poblaciones no cubiertas y brechas verticales para determinar oportunidades de aumentar los niveles de protección y beneficios, así como el análisis de los papeles asignados a cada sexo, acceso diferencial a recursos y de cómo los programas cuestionan o contribuyen a perpetuar las desigualdades de género.
En este momento y con el acompañamiento de organismos especializados de Naciones Unidas como PNUD, ONU-MUJER y OIT, estamos costeando estas intervenciones para cerrar las brechas identificadas fundamentalmente en materia de acceso a salud, políticas de cuidado y generación de ingresos.
Pongo a su disposición esta experiencia y el avance en este sentido, para poner especial atención en no agudizar con nuestras políticas, los roles tradicionales de cuidadoras a cargo de nuestras mujeres y profundizar las brechas e inequidades existentes entre hombres y mujeres, conforme los hallazgos del estudio.
Sugiero también en este Foro que asumamos como nuestro la defensa y protección del recién creado concepto de empresas sociales, que surgen justamente con la vocación de aportar soluciones a los desafíos sociales que enfrentamos.
Distinguidos colegas:
Como Gerente y Administradora de necesidades humanas exponenciales y recursos económicos limitados, vivimos en constante búsqueda de iniciativas y soluciones eficaces y eficientes, que impacten en la vida de aquellos que más necesitan: los más pobres de los pobres, los más vulnerables, los que viven en miseria y sufren en carne propia, día tras día, las más crueles manifestaciones de la desigualdad.
Debemos mantenernos en la búsqueda constante de las novedades que nos permiten luchar contra la pobreza, desde la construcción de capital social y humano, la creación de capacidades, la capacitación para la generación de ingresos y el emprendimiento, el desarrollo de aptitudes hacia las tecnologías de la información y comunicación, y la atención a las vulnerabilidades.
En ese tenor, les extiendo la más cordial invitación a que nos acompañen el próximo año en el Foro Ministerial de Desarrollo Social del PNUD en alianza con la CEPAL, que organizaremos en su casa, la ciudad primada de América, Santo Domingo, República Dominicana; donde, tendremos la oportunidad de discutir sobre las necesarias innovaciones sociales que debemos implementar, a la vez que visitamos en el terreno experiencias de impacto social.
También les aseguro que podrán disfrutar de nuestra reconocida hospitalidad, nuestro merengue, cultura y recrearse la vista con nuestro inmenso Mar Caribe.
Para finalizar, permítanme compartirles esta reflexión:
La igualdad es un camino que nos ha eludido en los últimos 20 años.
América Latina tiene que fomentar un modelo económico que cree mejore condiciones de vida y sociedades más cohesionadas.
De lo contrario, estaríamos perpetuando los males sociales que nos afectan; viviendo permanentemente en países con todo tipo de inseguridades y vulnerabilidades.
A lo que tenemos que apostar es a que el escenario actual que vive la región, constituya un punto de inflexión que genere transformaciones profundas. Invertir en la creación de capital humano y social para las generaciones presentes y futuras, es invertir en un mejor futuro para nuestro país y para el mundo.
El día que lo logremos, amigos y amigas, la desigualdad social quedará para siempre conjurada.
Muchas Gracias.