marzo 12, 2019
Naciones unidas por la protección de los derechos humanos
- Es evidente que para salvaguardar el propósito de mantener la paz y la seguridad a nivel internacional, objetivo primordial que se ha trazado la Organización de las Naciones Unidas, se requieren de mecanismos eficientes que pongan en evidencia y sancionen las violaciones a los derechos humanos que ocurren en distintas partes del mundo.
- Entendemos que soluciones integrales y holísticas son necesarias para abordar la realidad de un mundo que rechaza las violaciones de los derechos humanos pero que, a la vez, anhela la existencia de mecanismos eficientes y formas innovadoras que fortalezcan la justicia criminal internacional.
- Queremos hacer un llamado a la comunidad internacional para aunar esfuerzos en la lucha contra la impunidad de los crímenes cometidos contra mujeres y niñas en razón de su género.
Señoras y Señores:
Quisiera agradecer a la Misión Permanente de Perú por tomar tan importante iniciativa para realizar esta reunión bajo la Fórmula Arria. Es una agradable coincidencia la que me ha permitido acompañarlos en esta tarde, para abordar un tema tan esencial para la agenda del Consejo de Seguridad y de todas las Naciones Unidas.
Debo, por igual, agradecer y, por qué no, felicitar los detallados informes que hemos recibido en este encuentro, por parte de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, una líder de toda América Latina que nos enorgullece en todo el mundo.
De igual manera, agradecemos los informes del Subsecretario General de Asuntos Legales y del pasado Presidente del Tribunal Internacional para los Crímenes cometidos en la antigua Yugoslavia y del Tribunal Internacional para los Crímenes de Mecanismos Residuales.
Es evidente que para salvaguardar el propósito de mantener la paz y la seguridad a nivel internacional, objetivo primordial que se ha trazado la Organización de las Naciones Unidas y, en especial, su Consejo de Seguridad; se requieren de mecanismos eficientes que pongan en evidencia y sancionen las violaciones a los derechos humanos que ocurren en distintas partes del mundo.
El prestigio y la credibilidad del trabajo que realizan los distintos órganos de las Naciones Unidas en este tema, descansan sobre su capacidad de mantener tres principios: asegurar la independencia y transparencia de quienes tienen a su cargo la investigación y juzgamiento de los casos de violación de las normas internacionales; el involucramiento de los actores locales para contribuir al éxito de las medidas adoptadas y, por supuesto, la implementación de mecanismos de aprendizaje continuo que aseguren un mayor entendimiento del derecho internacional.
Señor Presidente, Señores Representantes:
Entendemos que soluciones integrales y holísticas son necesarias para abordar la realidad de un mundo que rechaza las violaciones de los derechos humanos pero que, a la vez, anhela la existencia de mecanismos eficientes y formas innovadoras que fortalezcan la justicia criminal internacional.
Elogiamos el compromiso del Equipo de Investigaciones de las Naciones Unidas para Promover la Rendición de Cuentas por los Crímenes del Estado Islámico en el Iraq y el Levante/Dáesh, cuyo Asesor Especial y Jefe de Equipo ha presentado un importante informe que arroja lecciones importantes para el futuro de estructuras como esta.
Quizás la más importante de esas lecciones es que los organismos creados para proteger los derechos humanos y perseguir el ideal de justicia ante los crímenes que amenazan la paz y la seguridad internacional, operan en un entorno complejo y cambiante, lo que demanda de ellos la concreción de sus actos de conformidad con las normas más estrictas posibles, lo que se traduce en dificultades logísticas y operacionales que demandan respuestas innovadoras.
En consecuencia, esta reunión debe mostrar avances en todo lo relacionado con la proporción de los recursos necesarios para mitigar y abordar eficazmente estos importantes retos, a la vez que se asegura una estructura racionalizada y un uso eficiente de los recursos.
En lo referente al rol jugado por los Tribunales de la ex-Yugoslavia y Rwanda, que como se ha dicho aquí, ya han sido cerrados, es preciso reflexionar en torno al efecto de estas estructuras a la hora de generar un llamamiento claro y generalizado para que exista un espíritu de propósito común en la búsqueda de la rendición de cuentas.
Nos parece de especial trascendencia llamar la atención sobre la necesidad de normas específicas relacionadas a la discriminación basada en género.
Como se ha plasmado en el documento práctico sobre la integración de la perspectiva de género en las investigaciones de derechos humanos. Un análisis sensitivo al género puede contribuir a que surjan recomendaciones útiles y prácticas que promuevan una implementación efectiva del derecho internacional.
Vemos con gran entusiasmo el trabajo desempeñado por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Estamos seguros que continuará trillando un camino certero para la salvaguarda y protección de los derechos, pero sobre todo, para impulsar el empoderamiento para la prevención.
Apoyamos con vehemencia el diseño de un plan quinquenal, innovador y robusto, que nos acerque cada vez más hacia el firme compromiso con la implementación de las acciones propuestas y, por ende, el apoyo a la Agenda 2030.
Señor presidente, señoras y señores:
Aún persisten retos evidentes para la protección de los derechos humanos. Los Estados estamos llamados a desarrollar sistemas de justicia nacionales que aseguren la investigación de crímenes, y su posterior sanción, a los perpetradores y criminales. Estos sistemas no solo deben ser fuertes, sino que deben basarse en principios como el debido proceso de ley y la imparcialidad de los jueces. La lucha contra la impunidad es parte esencial de la lucha por la protección de los derechos humanos.
En ese sentido, queremos hacer un llamado a la comunidad internacional para aunar esfuerzos en la lucha contra la impunidad de los crímenes cometidos contra mujeres y niñas en razón de su género, específicamente las violaciones sexuales en zonas de conflictos armados y la mutilación genital femenina.
Lamentablemente, se ha convertido en algo común ver en los informes sobre derechos humanos el alarmantemente alto porcentaje de estos crímenes que no llegan siquiera a una fase de investigación, mucho menos a una fase de sanción del responsable.
Ya es suficiente; combatir la impunidad es un compromiso de todos.
Quisiera finalizar felicitando nueva vez a la Misión Permanente de Perú, así como a los demás países que nos han acompañado en este día.
Reiteramos el compromiso de la República Dominicana con los Derechos Humanos, prestando la debida atención y prioridad para su plena y efectiva implementación.
Muchas gracias.