Discursos

noviembre 27, 2017

Reabriendo puertas de colaboración

  • Con esta decisión de reabrir la Embajada, vienen grandes oportunidades de inversión, comercio y prosperidad compartida para ambos países.
  •  Apostamos a que este renovado esfuerzo de colaboración se refleje en un crecimiento sostenido de las exportaciones de la República Dominicana hacia Italia, especialmente en el campo agrícola.
  •  Para la República Dominicana el apoyo técnico del Gobierno de Italia, en cuanto a la mejora constante de nuestra capacidad de producción y la institucionalidad de nuestro país, es esencial.

Amigos y amigas:

Me complace mucho acompañarles en este día, que marca un nuevo capítulo en las relaciones entre la República de Italia y nuestro país, la República Dominicana.

Unas relaciones que han estado caracterizadas por el respeto mutuo, la solidaridad y el compromiso de estar el uno para el otro, en los momentos buenos y en los momentos malos.

Cuando se anunció el cierre de la Embajada de Italia en nuestro país, en el 2014, guardábamos la esperanza de que esta situación se solucionaría en el corto plazo, porque sabemos que los lazos de amistad productiva que nos unen como países hermanos, son demasiado fuertes y muy arraigados en nuestra historia.

A Italia nos unen lazos inquebrantables, historias de dominicanos y dominicanas que han triunfado allá y de italianos e italianas que han triunfado aquí.

Grandes familias de nuestro país provienen de emigrantes italianos que vieron en nuestras playas, el paraíso prometido, e hicieron de esta tierra su nuevo hogar, en busca del progreso de sus familias.

Y así muchos dominicanos y dominicanas se han ido a Italia, buscando un mejor futuro, y han encontrado en sus verdes praderas y en el resplandor de sus adoquines, un espacio donde destacarse, un país al cual aportar.

Sea en Roma o en Santo Domingo, en Florencia o La Romana, en Milán o en Higüey, nuestras ciudades y campos guardan grandes historias sobre la devoción cultural y el culto al desarrollo económico que nos profesamos ambos países.

Ese sentimiento de hermandad, querido Embajador y amigos presentes, es que hace de este acto, uno tan importante.

Cuando la Embajada cerró en el 2014, sentimos que perdíamos a un hermano, y hoy, sentimos que lo hemos recuperado.

Con esta decisión de reabrir la Embajada, vienen grandes oportunidades de inversión, comercio y prosperidad compartida para ambos países.

La República Dominicana recibe con beneplácito el deseo de muchos grupos económicos de Italia, que ven en nuestro país grandes oportunidades de inversión, impulsados por los excelentes indicadores que muestra el país, tanto económicos como sociales, por la gran calidad de nuestra gente y por la seguridad jurídica que podemos ofrecerles.

Apostamos, de igual manera, a que este renovado esfuerzo de colaboración entre ambos países, se refleje en un crecimiento sostenido de las exportaciones de la República Dominicana hacia Italia, especialmente en el campo agrícola que, como Ustedes bien saben, es una prioridad para el actual gobierno del Presidente Danilo Medina.

El trabajo de ambas delegaciones diplomáticas es impulsar una agenda productiva de contactos y otorgar apoyo a las empresas de ambos países, para que aprovechen las oportunidades de colaboración económica que van floreciendo en esta nueva época.

Finalmente, no puedo dejar de mencionar, que para la República Dominicana el apoyo técnico del Gobierno de Italia, en cuanto a la mejora constante de nuestra capacidad de producción y la institucionalidad de nuestro país, es esencial.

Tal y como ha sucedido en el pasado, la cooperación técnica ha sido un eje trascendental en la agenda de trabajo de ambos países, razón por la que felicitamos que se esté retomando nueva vez.
En suma, es de gran alegría la celebración que nos reúne hoy aquí.

¡Festejamos con orgullo y renovadas esperanzas, la reapertura de esta Embajada! Y con ello, el inicio de un nuevo capítulo en nuestras relaciones diplomáticas, culturales, comerciales y, sobre todo, humanas.

Que estoy más que segura y muy orgullosa de que bajo la firme convicción y visión de su nuevo embajador, Andrea Canepari, serán una incontrovertible realidad que se levantará con robustez, cuál obra majestuosa del maestro Bernini.

Brindo por nuestros países, por su gente y porque la paz, la solidaridad y la prosperidad sean nuestra guía, hoy, mañana y siempre.