noviembre 20, 2019
Sentando las bases de una mejor República Dominicana
- Una evaluación de impacto con la seriedad de la que hemos hecho nosotros sirve para la sostenibilidad política de los programas evaluados, facilitan la colocación de recursos financieros, sirven a la mejora en el diseño de los programas, generan conciencia sobre la relación entre el costo y el beneficio de las acciones, y presentan a los actores políticos con información pertinente para la toma de decisiones.
- El país debe sentir gran orgullo de que hayamos emprendido esta gran evaluación, porque con esta información podemos confirmar que la inversión en protección social que se ha hecho en los últimos 7 años ha servido para la mejora de las 874 mil familias que conforman Progresando con Solidaridad.
- Resulta sustancial comprender la dimensión del impacto de Progresando con Solidaridad en las familias que forman parte del programa y, a la vez, hacer comparaciones con familias que no han formado parte de las intervenciones, de manera que podamos entender esa franja de diferencia que existe entre una y otra, que es el aporte de nuestra intervención.
Amigos y amigas:
Hace justamente 4 años hicimos una convocatoria para que el país conociera nuestro firme compromiso con la implementación de políticas públicas de calidad, cuyos resultados puedan ser evaluados con criterio científico y técnico; políticas públicas que pudiesen ser sometidas al escrutinio público, con la certeza de que el impacto esperado sería el encontrado.
En aquel momento, anunciamos al país que íbamos a someter a Progresando con Solidaridad a una investigación muy estricta y seria, realizada por una universidad de mucho prestigio internacional y con el apoyo de uno de los organismos internacionales de más peso en la región.
Sería la primera vez que el trabajo de un funcionario público, sometido al escrutinio electoral, se sometería a una evaluación de este tipo; y más aún, lo hicimos siendo conscientes de que los resultados tendrían que ser presentados en pleno proceso electoral.
Lo hicimos de esa manera, porque creemos en el trabajo que hemos venido realizando; porque siempre estamos en la disposición de actuar libres de politiquería barata y de populismo, y con responsabilidad, valentía y el firme deseo de hacer las cosas bien; ideales que deben guiarnos en un mundo que sucumbe con tanta facilidad a la mentira en la política.
Lo que anunciamos con entusiasmo el 22 de octubre de 2015 hoy es una realidad.
La evaluación de impacto del programa Progresando con Solidaridad, ha sido realizada por el equipo del profesor Paul Getler, precursor en el uso de esta herramienta de evaluación para políticas públicas; con el aval de la Universidad de Berkeley en California y el apoyo técnico y financiero del Banco Interamericano de Desarrollo.
En aquella ocasión dije que esta evaluación era un sueño hecho realidad, porque nos someteríamos a un riguroso análisis del programa, con el propósito de aportar a la mejora continua de nuestro trabajo, fortalecer las estrategias y planes de trabajo que implementamos, eficientizar el gasto social y, lo más importante, tener cada día un mayor impacto en las familias que forman parte del programa, que al final del día son el centro de nuestras acciones.
No entraré en el detalle del proceso que nos trajo hasta el día de hoy. La mayor parte de la información estará disponible en los documentos que les vamos a compartir y el equipo de Berkeley hará una presentación detallada durante el día de hoy, además de estar a la disposición de todos ustedes para preguntas y respuestas.
Por el contrario, me gustaría detenerme en dos aspectos fundamentales sobre la trascendencia de este evento.
El primero es la importancia de realizar evaluaciones de impacto de esta naturaleza a los programas que el Gobierno implementa. Una evaluación de impacto busca comprender si existe una correlación entre las acciones emprendidas como parte de una política, con los indicadores de los participantes objeto de la misma, especialmente en comparación con un grupo que, en las mismas condiciones, no fue expuesto a las acciones de la intervención.
Para nosotros resulta sustancial comprender la dimensión del impacto de Progresando con Solidaridad en las familias que forman parte del programa y, a la vez, hacer comparaciones con familias que no han formado parte de las intervenciones, de manera que podamos entender esa franja de diferencia que existe entre una y otra, que es el aporte de nuestra intervención.
Hacer esto en la administración pública de hoy es esencial, puesto que un Gobierno en capacidad de generar intervenciones basadas en evidencias concretas, puede hacer un mejor uso de los recursos puestos a su disposición y tomar decisiones que marquen una diferencia frente al enfoque tradicional de la gestión pública.
Una evaluación de impacto con la seriedad de la que hemos hecho nosotros sirve para la sostenibilidad política de los programas evaluados, facilitan la colocación de recursos financieros, sirven a la mejora en el diseño de los programas, generan conciencia sobre la relación entre el costo y el beneficio de las acciones y, finalmente, presentan a los actores políticos con información pertinente para la toma de decisiones.
El país debe sentir gran orgullo de que hayamos emprendido esta gran evaluación, porque con esta información, podemos confirmar que la inversión en protección social que se ha hecho en los últimos 7 años ha servido para la mejora de las 874 mil familias que conforman Progresando con Solidaridad.
Yo quiero felicitar a todo el equipo del Gabinete Social y de Progresando con Solidaridad, porque aceptaron este gran reto con valentía y gallardía. Al hacerlo, ustedes demostraron plena confianza en el trabajo que juntos realizamos, en los resultados que hemos perseguido durante todos estos años y la lealtad con la que trabajan para la institución y el país. ¡Felicidades de todo corazón!
El segundo aspecto que quiero resaltar es que de 21 grandes aspectos que se investigaron durante la evaluación, 18 presentan grandes resultados, determinantes en la movilidad social de las familias que forman parte del programa.
Es un resultado contundente, que habla muy bien de lo que hemos logrado a nivel de los hogares, en los niños, niñas y adolescentes, en el empoderamiento de las mujeres y hombres, en la salud de los adultos, en la educación y capacitación de los jóvenes mujeres y en la operatividad y eficiencia del programa.
Cuando nosotros concebimos el árbol del progreso, una metodología para que pudiéramos dar seguimiento al desarrollo integral de las familias, ciertamente entendimos que se trataba de una estrategia ambiciosa. Nos propusimos impactar a las familias prácticamente en todos los aspectos de su desarrollo, durante todo el ciclo de vida.
La evaluación de Berkeley confirma que no nos equivocamos.
El acompañamiento socioeducativo, que para mi siempre ha sido el elemento central de todo lo que hacemos, ha dado enormes resultados, que hasta se reflejan en el bienestar emocional de las familias que forman parte del programa.
Esto quiere decir que el resultado que hemos obtenido no es solo tangible: mejora de la nutrición y la seguridad alimentaria, mejoría en la condición socioeconómica, protección del medio ambiente, incremento de los activos que poseen los hogares, impacto en la capacitación de los participantes, entre otros que les presentaremos en breve; el resultado también ha sido en la confianza de las familias, en su fortaleza interna y su independencia para enfrentar los grandes retos que le presenta la vida.
En definitiva, una familia que forma parte de PROSOLI mira la vida con una perspectiva distinta, con optimismo y con el deseo de ser mejores personas, para construir un mejor país. Sinceramente, es una noticia que me llena de mucho orgullo y esperanzas, porque estamos sentando las bases de una mejor República Dominicana.
Amigos y amigas:
Mi mayor interés con esta evaluación de impacto no era solamente para mostrar al país la eficacia y transparencia de PROSOLI y nuestro trabajo, más bien, mi interés superior era conocer en qué podemos mejorar.
Y justamente hay un par de observaciones que ha hecho la Universidad de Berkeley que nos permite generar una nueva agenda con nuevos indicadores que refuercen los extraordinarios logros ya obtenidos para que el impacto siga siendo cada vez más contundente, en un próximo cuatrienio.
La buena noticia es que esta es una tarea fácil para el extraordinario equipo que forma parte del Gabinete Social y de Progresando con Solidaridad.
No puedo dejar de agradecer a la Universidad de Berkeley en California, al profesor Paul Getler y su extraordinario equipo, porque pusieron fuerza y corazón para que esta evaluación se realizara con la rigurosidad y objetividad que amerita. En este día celebramos juntos, con la certeza de que esta evaluación es un gran aporte al país.
De igual manera agradezco al Banco Interamericano de Desarrollo, en la persona de los señores Flora Montealegre y Miguel Coronado, pasada y presente representante del BID, respectivamente y a todo su equipo. Ustedes también pusieron corazón para que esto fuera posible, no me cabe duda. Es otro logro que celebramos juntos, como socios estratégicos en la gran labor de hacer realidad un mejor país.
Finalmente, a todas las instituciones públicas, a todo el que participa de la función pública, quiero invitarles a adoptar este nuevo enfoque de las políticas públicas, donde las evaluaciones de impacto, la teoría del cambio y la construcción de políticas públicas basadas en evidencia, sean las habilidades que primen a la hora de diseñar una política pública.
Yo lamento que algunas figuras políticas adopten un discurso vacío de asistencialismo o falta de institucionalidad de estos programas de protección social, que surgen justamente en el marco de un Estado Social y Democrático de Derechos establecido por nuestra Constitución, con la finalidad de romper las barreras intergeneracionales de salida de la pobreza, pero que nosotros hemos demostrado que también pueden tener la vocación de luchar contra la pobreza y lograr progreso y movilidad social.
Sus palabras desnudan cuánto ignoran, o les conviene ignorar, lo que hemos hecho en 15 años de protección social y 7 años de Progresando con Solidaridad.
Estos programas son una realidad insoslayable porque funcionan, porque la gente los valora y porque cambian vidas en todas las provincias del país. Nadie podrá ignorar nunca que Progresando con Solidaridad ha venido a transformar vidas y a quedarse en el corazón del pueblo dominicano brindando optimismo, seguridad y bienestar porque mejora su calidad de vida y es un modelo para organismos internacionales.
¡Muchas gracias! Qué Dios les bendiga.